Cuando un equipo del F. C. Dínamo de Moscú hizo una gira por la Europa occidental en 1945, generó tantos comentarios por sus grandes pantalones como por la calidad de su juego. El equipo murciano plasmó en su camiseta uno de los productos estrella de su tierra. La FIFA prohibió el uniforme, pero puesto que el equipo desoyó la orden, se le descontaron seis puntos de la clasificación para la Copa Mundial de 2006, decisión que fue apelada. En los años 1980, algunos fabricantes como Hummel y Adidas comenzaron a desarrollar camisetas con diseños más complejos, puesto que las nuevas tecnologías llevaron a la introducción de nuevos elementos como impresiones con sombras o rayas finas. Sobre la misma década, Adidas también desarrolló las primeras botas con tapones intercambiables, para acomodarse a las condiciones del campo. Con la llegada de las competiciones internacionales, como la Copa de Europa, el estilo de uniforme del sur de Europa se adoptó en el resto del continente y para el final de la década, los equipamientos pesados y las botas de los años previos a la guerra fueron abandonados completamente. Al principio este nuevo estilo fue rechazado, pero en poco tiempo tanto clubes británicos como de otras partes del mundo adoptaron estos pantalones.
Con todo, en este periodo solían llevar una indumentaria de lana más similar a un suéter que a las camisas de los demás jugadores. Existe además el caso del Athletic Club y el Atlético de Madrid, quienes compraban directamente el equipamiento del Blackburn Rovers y más tarde del Southampton Football Club, siendo los colores de este último los que adoptarían definitivamente. También se permite usar ropas interiores, como camisetas o pantalones -que deben ser del color principal del equipamiento-, así como bandas para sujetar el pelo, muñequeras, gorras y equipamiento protector moderno, como cascos, rodilleras, protectores de brazos, tobilleras, vendas y máscaras faciales, siempre y cuando estén confeccionados de materiales blandos y no representen un riesgo para quien lo porta u otros jugadores. Sin embargo, existen importantes anécdotas sobre jugadores que no usaron botas. Para 1936 los jugadores europeos llevaban botas que pesaban un tercio de las empleadas una década antes, con la excepción de los clubes británicos, que no adoptaron estas reformas. Los jugadores también comenzaron a firmar contratos individuales con compañías.
Algunas competiciones, como la liga española de fútbol o la Liga de Campeones de la UEFA, también pueden requerir que los jugadores lleven un parche en la manga mostrando el logo de la competición. Cuando las camisetas de fútbol eran únicamente “una camiseta” que se llevaba en el campo para distinguirse de los rivales, veíamos todos los colores, literalmente, modelos a rayas, a cuadros, con diseños geométricos improbables o con logotipos extravagantes. Los guardametas también pueden llevar gorras para prevenir las molestias causadas por luces brillantes, como el sol o las lámparas del estadio, y que podrían afectar su show. La camiseta de esta primera equipación se fabrica con Dri-FIT ADV. Esta tecnología ayuda a evitar el sudor excesivo, algo esencial en partidos de alta intensidad como los que juegan Salah y compañía. Otro mercado que se ha desarrollado es el del coleccionismo de camisetas llevadas por ciertos jugadores en determinados partidos. Descubre cómo mejorar tus habilidades, subir de rango y ganar más partidos.
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