En la segunda equipación, no me disgustan esas minirayitas que salpican la camiseta blanca. Portugal. El kit que Nike ha diseñado para Portugal ejemplifica perfectamente todo lo malo de la firma de Oregón este año: no rompe con la monocromía (¿dónde está esa Portugal de camiseta encarnada y pantalón verde?) y la primera equipación lusa presenta esas mangas con leves rayitas que vamos a ver la próxima temporada en el 99% de los equipos Nike del mundo. Nunca este deporte importó tanto en la moda, aunque puede que sus colores ya no cuenten lo mismo. Nosotros optamos por evolucionar conforme avanzan las nuevas tecnologías y lo que ello conlleva. Es el caso de Rusia, curiosamente presenta en su cita un primer uniforme muy ‘soviético’, inspirado claramente en las camisetas de la URSS en los 80 y principios de los 90. En el caso de la segunda equipación, se han permitido alguna innovación, pero destaca que, en principio, se presenta con pantalón azul y medias rojas, es decir, el primer esquema que usó la selección rusa tras la desintegración de la Unión Soviética.

Diseños planos y muy sencillos que, en un país con la potente iconografía de Egipto, camisetas de futbol se me quedan muy cortos. Las rayas horizontales en blanco y negro cumplen con la iconografía de moda tan asociada a la identidad de Francia como lo eran las camisetas marineras adoptadas por Coco Chanel y más tarde por Jean Paul Gaultier. Camisetas de Francia (NIKE). Y si hablamos de camisetas de entrenamiento es difícil pasar por alto la de la selección australiana. Irán. Tras varios años con Uhlsport, la selección persa se pasa a una de las dos gigantes del sector, Adidas. Tengo la impresión de que a la selección asiática le pasa lo mismo que a Egipto. Mención especial merece la camiseta de entrenamiento de la selección gala. La plataforma «Pixbet» pagó en 2021 unos nueve millones de dólares por estampar su nombre en la camiseta del mítico club brasileño Flamengo, que jugará la final de la Copa Libertadores ante su compatriota Athlético Paranaense.

Colores del club ¿No encuentras camisetas con los colores de tu club? Crear camisetas de fútbol. En Sprinter cuentas con una fantástica colección de camisetas para jugar al fútbol. No sólo el dúo español María Ke Fisherman, también podemos remitirnos a la actual colección de primavera verano de la firma francesa Koché, que deconstruyó y reconstruyó jerseys de fútbol para alumbrar sorprendentes vestidos de patchwork que eran la estetización definitiva de la moda deportiva. Para terminar la lista de deseos, un clásico y un imposible:la camiseta de Inglaterra como opción sencilla y pulcra en ardiente color rojo y la de Nueva Zelanda, que no sabemos si existe en chica pero que su evidente diálogo con la equipación de los All Blacks de rugby la hace tan apetecible que con una talla pequeña de chico podemos contentarnos. Ha sido una gran sorpresa para la afición ver que el diseño es de color blanco, ya que esto no ocurría desde la temporada 88/89. En aquella época sí que era común en el club contar con una equipación de visitante blanca, pero decidieron dejar de seguir esta línea debido a la normativa de las competiciones de fútbol en cuanto a los contrastes de los colores.

Es más, el template de la primera equipación es el de la temporada que acaba. El problema es que la primera es bastante sosa, pero el pantalón verde me alegra la vista. Eso sí, si se atreven a presentarla en Rusia con pantalón amarillo, se llevarán mi aplauso. ¿Dónde he visto yo eso? Aún así, son correctos y limpios y hay que destacar que no son monocromos, así que eso sube un puntito. Los clubes más pequeños directamente tenían que pagarla, tal y como hacemos cada uno de nosotros. La Hoya Lorca usará como casaca alternativa una remera «verde brócoli» y el Guijelo una con los colores del jamón serrano. El brócoli y el jamón no se quedan solos. Torreznos, Brócoli, Jamón de Guijuelo, tomates, pulpo, músculos, lunares.. No contentos con ello, los gallegos presentaron también una segunda camiseta con un tentáculo de pulpo, un claro signo de la procedencia del equipo. Lo hizo por ocho euros de la época y abrió una ventana a lo que hasta entonces consistía en comprar una camiseta con los colores de tu equipo y decirle a tu abuela que te cosiese un escudo a mano.